Para tranquilizar a mis pacientes y a mi auxiliar de clínica, me comprometí a buscar un dentista en España que pudiera tomar mi relevo y asegurar la continuidad de la atención en la clínica.
Poco después, en la universidad de Valencia donde estudié, me invitaron a participar en una charla para los alumnos de último año sobre las diferentes salidas profesionales en odontología: hacer un máster, trabajar como asalariado o autónomo, abrir una clínica propia o ejercer en el extranjero, entre otras opciones. Durante mi intervención, compartí mi experiencia trabajando en Francia y, para mi sorpresa, muchos estudiantes se interesaron en conocer más detalles y me pidieron orientación para acompañarlos en el proceso hasta su colegiación en Francia. 

Al ver los resultados, mi antiguo jefe se dio cuenta del impacto real de mi ayuda, tanto para los dentistas que buscaban mejorar sus condiciones laborales como para las clínicas que necesitaban profesionales cualificados. Fue entonces cuando me propuso consolidar este proyecto de manera más estructurada y a largo plazo.

Desde entonces, colaboro con distintas clínicas en Francia y recibo una remuneración por cada dentista que comienza a trabajar con ellas. Este proyecto nació con un propósito altruista: mejorar el acceso a la salud bucodental en Francia facilitando la llegada de profesionales cualificados. Aunque en sus inicios lo hice sin ningún tipo de compensación económica, ahora puedo desarrollarlo de manera sostenible gracias a la colaboración de las clínicas. Lo que más me motiva es poder ayudar a mis colegas odontólogos a encontrar oportunidades laborales atractivas en Francia, al tiempo que contribuyo a mejorar el acceso a la atención odontológica en este país.